Esta tarta la hice en Llanes para una persona muy especial, sobre todo para mi madre, de esas personas que te encuentras en el camino y sin pedir nada a cambio te ofrecen su mano, supongo que en este mundo de locos habrá más de una persona así, pero es muy, muy difícil encontrarlas, así que cuando tu destino decide que tienes que conocer a alguien amable, cariñoso, generoso y entrañable, alucinas; ¡pero si yo alucino cuando entro a un establecimiento público, o a un médico, o hacer una gestión, o a comprar una simple barra de pan, y me encuentro con que al otro lado hay una persona amable, y ya no digamos si tiene una sonrisa y me da las gracias, lo comento a mis allegados hasta la saciedad!, ¿tan indeseables nos hemos vuelto como para amargar continuamente al prójimo?. En fin, que como iba diciendo, esta tarta era para Milagros, y era una tarta dulce, por fuera y por dentro, por dentro llevaba un bizcocho de vainilla, con buttercream de frambuesa, y una preciosa rosa que me enseño a hacer Alma.
Hasta la próxima entrada, ciao!!!!!!!!
